La osteopatía visceral es la alternativa terapéutica basada en la manipulación de órganos y viseras,  para conseguir un mejor flujo sanguíneo, estimulando el proceso curativo propio del cuerpo.

Las vísceras (estómago, hígado, intestinos, páncreas etc.) poseen dos tipos de movimientos:

  1. El que ofrece el diafragma a través de los ligamentos y estructuras de sostén visceral a la hora de respirar.
  2. El movimiento generado por la propia víscera, llamado motilidad. 

El déficit de cualquiera de estos movimientos podrá generar alteraciones, disminuyendo su función.

Todas nuestras vísceras están ancladas a una estructura ósea  a través de ligamentos y fascias (envolturas de los órganos),  de ahí la importancia de que exista una buena movilidad del aparato locomotor, pero además, están unidas unas con otras a través de  ligamentos, presentando una relación importante con el músculo diafragma.

La Osteopatía Visceral se encarga de trabajar a este nivel, eliminando rigidez estructural mejorando la movilidad y motilidad visceral a la vez que estimula tanto su flujo sanguíneo como su conexión nerviosa. “una víscera que se mueve bien funciona mejor”.

Algunas padecimientos causados por un inadecuado funcionamiento de las vísceras son:

 Por último las emociones se conectan con los órganos y éstos pueden verse afectados por las mismas.

Las personas que tuvieron Covid-19, pueden presentar  secuelas principalmente  en los alvéolos (lugar donde se realiza el intercambio de oxígeno con la sangre), afectando la función pulmonar, provocando disnea (sensación de falta de aire) o ahogo, incluso ante mínimos esfuerzos como caminar o hacer sus actividades cotidianas.

Estos ejercicios se recomiendan para mejorar la función respiratoria, en los casos que no requirieron  hospitalización y permanecieron en sus casas aislados, o en las personas que fueron dadas de alta y  se recuperan  en sus  casas.

Los primeros 3 ejercicios sirven para reducir la dificultad al respirar.

1.- Respiración labios cerrados 

Pasos

  1. Meter aire por la nariz.
  2. Sacar el aire por la boca con los labios cerrados.

2.- Respiración diafragmática

Pasos

  1. Acostado con las piernas semiflexionadas o sentado en una silla.
  2. Manos en el abdomen, meter aire por la nariz.
  3. Sacar el aire por la boca con los labios cerrados.

3.- Expansión de pecho

Pasos

  1. Acostado con las piernas estiradas o sentado en una silla.
  2. Manos en el abdomen, meter aire por la nariz.
  3. Sacar el aire por la boca con los labios cerrados

Los siguientes ejercicios sirven para mover las secreciones profundas dentro de los pulmones hacia la boca para expulsarla al toser.

4.- Sacar aire por boca abierta

 Pasos

  1. Acostado de lado o sentado en una silla.
  2. Meter aire por la nariz.
  3. Sacar el aire por la boca abierta lentamente.

5.- Soplar a una botella

Pasos

  1. Colocar un popote de preferencia de 40 cm de largo, dejando al menos 3 cm del fondo de la botella.
  2. Llenar una botella de 1 litro hasta la mitad.
  3. Soplar por el popote de manera sostenida durante 10 min

La columna vertebral está compuesta por una serie de huesos (vértebras) apilados entre sí:  7 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares seguidas por el sacro  y el coxis  en la base. Entre los huesos hay discos que los protegen absorbiendo los golpes de actividades diarias como caminar, levantar cosas pesadas y torcerse.

Cada disco consta de dos partes: una interior suave y gelatinosa y un anillo exterior duro y resistente. Una lesión o debilidad puede hacer que la parte interna sobresalga a través del anillo exterior. Esto se conoce como un disco deslizado, o herniado. Esto causa dolor y molestias. Si el disco deslizado comprime uno de los nervios espinales, también se puede experimentar entumecimiento y dolor a lo largo del nervio afectado.

¿Cuáles son los principales síntomas ?

¿Cuáles son las causas más frecuentes?

¿Cómo reducir el riesgo de tener una hernia de disco?

Puede que no sea posible evitar una hernia de disco, pero sí se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollarla. Éstas incluyen:

La rodilla es una de las articulaciones que más se lesiona una persona, está formada por huesos (fémur, tibia y rótula), cartílagos (que evitan el roce de hueso con hueso), ligamentos (que sirven para estabilizar la articulación),  tendones (que unen los músculos con los huesos), y meniscos (que sirven de amortiguador entre el fémur y la tibia).  Éstos trabajan en conjunto  para permitir que podamos doblar y estirar la pierna.

Entre las lesiones más frecuentes se encuentran:

1. Fracturas:

La fractura más común es la de la rótula o patela, que por estar tan expuesta y ser el escudo que protege a la articulación, suele fracturarse con facilidad al sufrir un golpe fuerte.

2. Lesión del ligamento:

La más común es la lesión del ligamento cruzado anterior que puede ir desde un leve esguince, hasta la ruptura de éste. Generalmente ocurre en personas que practican deportes que implican cambios bruscos de dirección o saltos, como el fútbol americano, soccer y básquetbol.

3. Luxaciones:

Una luxación es cuando el hueso se sale de su lugar, ya sea por un golpe fuerte o por una caída, siendo la más común la de la rótula.

4. Ruptura de meniscos:

El menisco puede romperse durante una actividad deportiva o por el desgaste ocasionado por la edad, lo que se conoce como ruptura degenerativa. Esta ruptura puede causar dolor, inflamación  y una sensación de que la rodilla se traba al mover la pierna.

5. Bursitis:

La bursa es un saco lleno de líquido, que sirve como amortiguador para la articulación, permitiendo el deslizamiento de ligamentos y tendones, ésta se puede inflamar por un uso repetitivo, provocando la bursitis.

Algunas de las recomendaciones que nos podrían ayudar a prevenir éstos tipos de lesiones son:

  • Procura calentar antes y  estirar después del ejercicio para evitar desgarres musculares.
  • Asegúrate de que tu calzado sea el adecuado, te quede a tu medida y te brinde comodidad, sobre todo si lo usarás para caminar largas distancias, o practicar algún deporte.
  • Realiza ejercicios de pierna para fortalecer los músculos que rodean a la rodilla, brindándole estabilidad.
  • Escucha a tu cuerpo, no lo forces y a la minima sensación de dolor descansa, y si la molestia persiste consulta con un especialista.

El adoptar una correcta postura durante el trabajo, ya sea en casa o en la oficina es  de vital  importancia para prevenir diversas lesiones que a la larga pueden ocasionar severos dolores, contracturas, o hernias. 

Se ha demostrado que los trabajadores de oficina pasan de 8 a 12 horas sentadas frente a un escritorio, cuando nuestro cuerpo se mantiene por varias horas en la misma posición, y ésta no es la adecuada, éste tiende a adaptarse a esa postura, provocando la lesión.

¿Qué debes de tomar en cuenta para garantizar una buena postura?

1. Cuando estés trabajando en tu computadora procura que sea en un escritorio o mesa, siéntate en una silla, evita trabajar en la cama, sillones  o sofás, y asegúrate que la pantalla quede al nivel de tus ojos para que no tengas que inclinar la cabeza.

2. Coloca tu teclado y mouse justo frente a ti, para evitar que te estires de más para alcanzarlo.

3. Cuando estés sentado en la silla, los pies no deben quedar colgando, deben estar firmes en el piso, o en un banquito, y tus muslos deben mantenerse siempre paralelos al suelo.

4. Mientras estes sentado procura que tu cabeza, hombros y caderas se mantengan alineados.

5. Evita cruzar las piernas por largos periodos, ya que generarás tensión en los músculos.

6. Asegúrate de que tu espalda se mantenga recta pegada el respaldo de la silla, evitando jorobarse.

7. Mantén tus codos en ángulo recto pegados al cuerpo.

8. Procura usar una silla con soporte lumbar (para que puedas apoyar la espalda baja).

9. Usa un mouse pad para apoyo de muñeca 

10. Procura tener breaks de aproximadamente 5-10 minutos en una hora, para estirar las piernas.

El tener en cuenta estos sencillos puntos puede ocasionar grandes cambios 

El manguito rotador está formado por 4 músculos que ayudan a estabilizar el hombro, facilitando  el movimiento de éste.

En esta área  se presentan frecuentemente lesiones como desgarres, bursitis (inflamación del área que cubre a la articulación) y tendinitis (inflamación del tendón).

Los desgarres son causados generalmente por un uso excesivo, donde el tendón que une los músculos con los huesos se estira de más ocasionando el desgarre. También se puede desgarrar por una caída, accidente automovilístico o algún otro incidente provocando dolor intenso.

La tendinitis ocurre cuando el uso excesivo del manguito rotador provoca la inflamación del tendón.

La bursitis es causada por la inflamación de la bursa, la cual es un  saco lleno de fluido  que protege y amortigua a los huesos evitando que haya fricción entre ellos.

Las personas que son  más propensas a experimentar este tipo de lesión son aquellas que cargan objetos muy pesados, que tienen una mala postura, atletas como tenistas o basquetbolistas, trabajadores como pintores o carpinteros, y en general adultos mayores.

Los tratamientos para el manguito rotador van desde el reposo del hombro  hasta la cirugía. La tendinitis puede progresar hasta llegar a un desgarro del manguito rotador. Recibir tratamiento lo antes posible ayuda a evitar que la lesión progrese.

Los tratamientos no quirúrgicos mejoran los síntomas en un 80 por ciento, éstos  incluyen:

1. Aplicar frío/calor en el hombro afectado para reducir la hinchazón.

2. Realizar estiramientos para aumentar y mantener el rango de movimiento.

3. Inyectar un esteroide que ayuda a reducir la inflamación.

4. Descansar el brazo afectado y usar un cabestrillo.

5. Tomar medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno y naproxeno.

Algunos estiramientos que se pueden realizar para prevenir la lesión, o  en caso de tenerla para fortalecer los músculos del manguito rotador son:

Estiramiento 1

Cruzar cualquier brazo en línea recta sobre el pecho. Sujetar el  brazo con la otra mano y llevarlo hacia el otro hombro. Mantener durante 30 segundos y luego cambiar de lado.

Estiramiento 2

Levantar el brazo, doblarlo detrás del cuello. Sujetar el codo con la otra mano y tirar suavemente del codo hacia la base del cuello. Mantener durante 30 segundos y cambiar de lado.

Estiramiento 3

De pie sostener el extremo de una toalla enrollada con la mano. Levantar el brazo por encima de la cabeza y cruzarlo detrás de la espalda. Con el otro brazo, extender la mano por detrás de la espalda y tomar el otro extremo de la toalla. Mantener durante 30 segundos, y cambiar de lado. Repetir 3 veces. Con el tiempo puede quitar la toalla y usar solamente las manos. Cuanto más juntas estén las manos, mejor será la flexibilidad de los hombros.

El cuello está formado por  huesos, músculos y ligamentos, los cuales son capaces de soportar la  cabeza y permitir su movimiento.

El dolor en esta zona del cuerpo puede ser causado, por  una sobrecarga muscular o como resultado de una lesión nerviosa: 

  1. Sobrecarga muscular: generalmente asociado a una mala postura por varias horas como por ejemplo trabajar frente a una computadora o en un escritorio largos periodos de tiempo sin cambiar de posición,  dormir chueco, accidentes automovilísticos, realizar movimientos bruscos entre otros.
  1. Nerviosas: lesión intervertebral  que provocará la compresión  del nervio, como podría ser una hernia discal.

Existen algunos estiramientos que se pueden realizar para relajar la zona, disminuyendo de esta manera el dolor. Realiza cada ejercicio en 3 series de 10 repeticiones sosteniendo por 10 segundos

ESTIRAMIENTO 1

Sientate en una silla con la espalda apoyada en el respaldo. Coloca una mano sobre el esternón y la clavícula del lado a trabajar (contracturado). Mueva la barbilla, inclina la cabeza al lado opuesto y girala hacia el lado contracturado. Mueve la cabeza hacia atrás para sentir un estiramiento en la parte frontal del cuello.
Puede agregar más estiramiento con la mano tirando hacia atrás y de lado  la cabeza.

ESTIRAMIENTO 2

Sentado en una silla en la orilla, agarra con la mano del lado contracturado la silla , y lleve el hombro hacia abajo. Deja caer la cabeza hacia adelante sobre tu pecho. Gira el cuello al lado opuesto, llevando la barbilla hacia el hombro.
Usa tu mano para aumentar el estiramiento

ESTIRAMIENTO 3

Ponte de pie y coloca los brazos detrás de la espalda. Agarra el brazo del lado lesionado con la mano opuesta para bajar el hombro. Dobla el cuello hacia el lado opuesto hasta que sienta un estiramiento en la parte superior del hombro. 

El dolor en la espalda baja o lumbalgía, es un padecimiento muy común entre la población adulta, afectando su calidad de vida, interfiriendo en muchas de sus actividades cotidianas. 

La Lumbalgia tiene tres causas principales: 

1- Inflamatoria (espondiloartrosis) más común en hombres jóvenes. 

2- Mecánica/estructural (contracturas musculares) más común en mujeres.

3- Neuropática (ciática).

Un ejemplo donde podemos incluir a las dos primeras causas seria una persona con artosis sacrolumbar. En la artrosis sacrolumbar existe inflamación, la cual ocupa espacio en la articulación haciendo que ésta modifique su posicionamiento (deformándola) trayendo consigo que los músculos que se unen a ésta articulación se estiren o acorten, lesionándolos. 

Si las causas son inflamatorias, mecánicas o estructurales el dolor suele  presentarse desde la zona lumbar hasta el muslo, y cuando está  asociado al nervio ciático, puede llegar hasta abajo de la rodilla. Generalmente se puede confundir el dolor ciático, con una contractura en el músculo piriforme (localizado en la zona glútea), generando dolor referido.

Dependiendo de la causa, se recomiendan los siguientes  tratamientos: 

Es una crema a base de aceite natural que contiene ozono a cierta concentración, la cual al entrar en contacto con la piel, músculos, articulaciones, etc. produce acciones desinfectantes, inmuno-estimulantes y regeneradora de tejidos.

Beneficios

Se recomienda su aplicación en: 

*Se ha comprobado que no hay efectos secundarios en el 99% de los casos.

La gota es un tipo de artritis, provocada por la acumulación de ácido úrico  en la sangre, causando que las articulaciones se inflamen.

En su fase aguda es dolorosa y normalmente afecta solo una articulación. La gota crónica se refiere a episodios repetitivos de dolor e inflamación, donde más de una articulación puede verse afectada.

El ácido úrico se acumula en el liquido sinovial alrededor de las articulaciones, formando cristales que a su vez provocan dolor, hinchazón y elevación de la temperatura en el área; es decir se inflama. Es debido a esta inflamación, que la Ozonoterapia  resulta ser un tratamiento eficaz, ya que es un gran desinflamatorio natural.

El ozono (O3) es una sustancia cuya molécula está compuesta por tres átomos de oxígeno. Esta sustancia al introducirse en el cuerpo produce una serie de reacciones químicas, dando como resultado grandes beneficios, entre los que destacan: su acción antioxidante; estimulación del sistema inmune; aumento de la oxigenación celular, mejorando la función de éstas y la circulación en general;  así como potente desinfectante eliminando hongos, bacterias y virus.  

En el caso del tratamiento contra la gota, se aplica directamente en la  articulación dañada, por medio de una inyección, sin causar efectos secundarios.